DESDE EL ENCIERRO

Son tiempos de miedo al dolor, a la enfermedad, al contagio, a perder a nuestros seres queridos, a morir. Tiempos de dudas y angustia. Pensando en una constante amenaza hacia nuestra salud. Miedo también a perder el trabajo, la casa...

Mando mucha fuerza, mucho amor y mucho ánimo a los que están pasando esta horrible enfermedad. El coronavirus es ya una pandemia gravísima. Cualquiera puede sufrir este virus, incluso morir. Los hospitales están saturados y la gente debe quedarse encerrada en casa. 

Nunca confié en gobiernos, veo a los políticos como enemigos y así como sé que hay grandes médicos y grandes científicos que salvan la humanidad, hay otros que solamente quieren negociar con los cuerpos y la salud sin importar las vidas. Esta situación nos hace que puede que hayan creado a propósito esta pandemia. ¿Esta pandemia es un desgraciado accidente o una conspiración? No lo sabemos pero por algo será que cada vez más gente lo crea. Llamadme paranoica o mal pensada si queréis y ojalá me equivoque, ojalá toda esta catástrofe no haya sido planeada ni buscada a propósito pero yo misma no puedo evitar pensarlo. No soy experta en el tema, no sé qué es lo que ha pasado, solamente puedo decir lo que creo yo, y yo sí creo que el mundo está lleno de maldad e intereses, yo sí creo en mafias y conspiraciones, ¿puede ser esta una de ellas?

Este sería el plan: matar a tanta gente como sea posible mediante algo muy contagioso y peligroso, tener la sanidad pública estropeadísima por los recortes y colapsada para que menos gente pueda salvarse y de paso hundir mucho más la economía.  Imagino que era lo previsto por la gentuza con más dinero y que no tiene suficiente. Estos son los cabecillas del mundo y buscan una población más desesperada porque es más fácil de manipular. Les interesa un mundo lleno de gente asustada por todo lo perdido, gente que haya sobrevivido pero que esté traumatizada y posiblemente con grandes secuelas físicas. Gente que se ha quedado sin trabajo, sin dinero, aún peor de lo que ya estaba y que por desesperación acabe haciendo cualquier cosa por sobrevivir.
Creo que algo así pude venir perfectamente de gobiernos de varias naciones que siempre han creado guerras en las que mueren inocentes, que siempre les ponen trabas a la gente para lograr lo básico: alimento, vivienda, educación, sanidad... Gobiernos que dicen que no hay dinero para comer pero que siempre tienen dinero para armas y siempre viven entre lujos. Gobiernos que recortan en sanidad y educación, que rechazan la cultura, que permiten que los trabajadores pierdan derechos, que muchos queden en el paro, que los sueldos sean miserables pero que los alquileres valgan grandes cantidades de dinero, gobiernos que quieren que solamente estudien los que tengan dinero, que te dicen que para reducir contaminación vayas en transporte público y luego en lugar de bajarlo de precio lo ponen mucho más caro y así se enriquecen más ellos, (no les importa el planeta ni el medio ambiente ni nuestra salud, solamente ganar más y más dinero).
Algunos me dirán aquello de que el coronavirus iguala a todos y que los políticos también están enfermando, pero ellos siempre tendrán el test a mano y toda la atención médica, no morirán en una lista de espera, no les excluirán de ningún tratamiento ni estarán sufriendo pensando en que perderán el trabajo y la casa.

Ante la pandemia los políticos se llenan las sucias alcantarillas que tienen por boca con tonterías, soltando medidas que no tienen suficiente eficacia ni para sanarse ni para salir de la miseria. Así como mucha gente perderá dinero, hay otros que siempre ganan más y que harán negocio con tanta enfermedad y tanta muerte... pero eso puede cambiar, que no se confíen tanto.

¿Es verdad que la enfermedad viene de los murciélagos o tiene toda la pinta de que lo han fabricado en un laboratorio para exterminar y hacer negocio? Que luego se gestione todo tan mal sin frenarlo es más que sospechoso. Que estamos en manos de incompetentes ya lo sabemos, pero hay algo más: malas intenciones, indiferencia ante el dolor, falta de empatía...

Hablan de cerrar territorios cuando ya lo deberían haber hecho, de contratar a más personal sanitario cuando ya es muy tarde para muchísima gente... También hablan de ayudas económicas, ridículas por cierto, ¡ineficaces! No les importamos nada. Solamente piensan en tener más y más dinero.
Siendo la mayor parte de ellos unos inútiles cobran grandes sueldos vitalicios mientras la gente sobrevive con muy poco y las pensiones son ridículas y se pierden. Hablan de jubilarse bien tarde, pero ellos pronto se retiran con mucho dinero y sin saber lo que es el esfuerzo. De gentuza así ya me espero todo y tengan o no que ver con el coronavirus deben pagar por lo menos por sus errores de  gestión y deben dejar de ser parásitos que exprimen al pueblo. Están aquí para servirnos y no al revés.

Lo primero, digan lo que digan esos degenerados, es la salud. Vamos a salir como podamos de este horror y luego intentaremos ponernos al día en lo económico, que también es muy importante para vivir, pero primero va la salud. Primero hay que curar, salvar. De nada nos servirá el dinero ni el trabajo si estamos muertos.

Luego hay que recuperarse económicamente, por supuesto. ¿Qué tal acabar con la mayor parte de puestos políticos? Y los que queden que sea con sueldos de miseria (luego, si trabajan bien y sirven al pueblo, podrían subirse esos sueldos). Al fin y al cabo es lo que pasa con la mayoría de los trabajos, no veo por qué en la política no se pueden destruir también empleos y bajar sueldos.
Eso no es todo. ¿Qué tal si la iglesia y la monarquía hacen algo más que hablar? ¿Qué tal si dan al pueblo la fortuna que les pertenece? Dinero hay, solo que está mal repartido.

Por el bien de todos tenemos que encerrarnos en casa pero eso no significa estar inactivos. Aprovechemos este encierro para pensar, reflexionar, leer, escribir, estudiar, crear, ocuparse unos de otros... y preparar una revolución. El mundo no será el que era, hagamos uno mejor. Salgamos al exterior cambiando todo, en una tierra regenerada, porque nuestro planeta se está curando de años de agresiones, de contaminación, de basura... y ahora la sociedad debe sanar también. 

Toda la fuerza del mundo a los enfermos y todo mi agradecimiento al personal sanitario y demás trabajadores que siguen adelante en esta situación infernal. De todo este desastre vamos a salir.