CONTRASTES

Últimamente estoy bastante ocupada. El mundo del espectáculo es así. A veces muchas oportunidades de golpe y tienes que luchar para poderlo hacer todo. Después de una temporada de monólogos y funciones de pequeño formato han llegado otra vez las interpretaciones delante de la cámara.

Recientemente he estado en rodajes intensos, divertidos y algo accidentados. Ya se sabe... el camino puede ser difícil pero no por ello la meta final se estropea. A lo largo de la historia del cine ha habido rodajes desafortunados, cine maldito como el que recuerdo a veces en la radio. "El exorcista" fue un gran éxito pero se cubrió de desgracias y misterios, "The crow" pasó a ser leyenda con la trágica muerte de su protagonista Brandon Lee en un tiroteo en el que resultó ser herido de verdad... y otros problemas menos graves pero muy desagradables como el incordio mutuo al que se sometieron las dos grandes actrices Bette Davis y Joan Crawford en la fabulosa "¿Qué fue de Baby Jane?" u otros casos más recientes como las dificultades en el rodaje de "The hobbit", accidentes, problemas de salud, de presupuesto... vamos, ¡qué a Peter Jackson le crecían los hobbits!

Yo he estado en rodajes mucho más modestos, por supuesto y con menos medios. Proyectos humildes pero en los que los problemas también abundan y debes saber salir con dignidad. Problemas hay siempre y la farándula es una carrera de obstáculos.

Esta semana pasada he actuado en un corto en el que aparece una representación de "Hamlet" muy accidentada en la que el protagonista tal vez no llegue a salir a escena en el célebre momento del "ser o no ser". 

Al parecer no había ninguna intérprete que diera vida a la actriz que interpreta a la reina Gertrud y la oportunidad me llegó a mí, mucho más joven que el papel. De todos modos, los/las actores/actrices no tenemos edad, así que ¡a caracterizarse! Trabajo interior, maquillaje (mucho) y a rodar!

Por fortuna en el corto no aparece esa soberbia estupidez de usar la calavera para el maravilloso soliloquio "ser o no ser". Para los que no conocéis la obra (conocédla que ya tardáis) deciros que la calavera aparece mucho después cuando Hamlet se pasea por el cementerio y recoge la famosa calavera que resulta ser la cabeza del bufón que alegró su infancia, Yorick, que "tenía una gracia infinita".

Me pone enferma ver al típico Hamlet de pacotilla diciendo "ser o no ser" con una calavera.

De problemas y de solucionarlos se trataba el corto. Cuando la función se detiene por problemas personales (amorosos) hay que buscar a un suplente... Cuál fue mi sorpresa cuando Debora, la guionista nos contó que el actor que debía interpretar Hamlet a última hora abandonó el rodaje. 

Me di cuenta de que eso es lo que ocurre precisamente en el corto. También in extremis uno de los personajes de la obra encontró a un suplente para interpretar Hamlet... y en la vida real el mismo hombre consiguió otro actor para el rodaje.

- Ya dicen que es extraño como la vida imita al arte- comenté- lo que ocurre en el corto nos ha pasado en el rodaje.

-Este corto empieza a darme mucho miedo- dijo mi compañero "Hamlet" viendo las coincidencias.

-No escribáis ninguna muerte- les recomendé en broma.

-Espero que mi novio no me sea infiel -comentó alarmada una de las actrices recordando su papel.

Se me ocurrió un final alternativo en el que la actriz que encarna a Gertrud le tocara la lotería...

Por otro lado, no faltaban bromas sobre varios espejos que se rompieron preparando el decorado y el mal augurio que representaban (por suerte no creo en tales supersticiones y estaría bien librar el teatro y el cine de creencias tan lamentables). De todos modos, uno de los espejos rotos se tenía que usar en el corto.

En el cine y en el teatro (y en la vida) show must go on. Hamlet lucía un vestuario muy poco acorde con su personaje sombrío y enlutado... pero lo dicho, show must go on.

Con aparatosos travellings se repitió una escena en la que se graba el interior del camerino del teatro... con el peligro de siempre: el espejo. Se repitió varias veces porque la cámara aparecía reflejada en el espejo muchas veces y tuvimos que conformarnos con no poder grabar más porque se terminó la cinta (!) y además teníamos tiempo muy limitado para el rodar. Finalmente un alma caritativa se acercó a la escuela de cine y consiguió más bobina con lo que se pudo volver a repetir la toma aún así temiendo que ese reflejo apareciera igual. Hay rumores que indican que la mejor toma no se grabó, fue el ensayo cuando todo quedó mejor (eso también suele pasar). Ya veremos... Lo de grabar dónde hay espejos genera problemas en las mejores familias, y si no lo creéis echad un vistazo a esa obra maestra "Eva al desnudo" en la escena final se puede ver una grúa reflejada en un montón de espejos.

Los espejos... todo un mundo como vemos en el blog. 

 

Mi otra experiencia más reciente ha sido un videoclip para la canción Actitud del grupo Gritando en silencio. Lopetegui productions se encargó del proyecto y contó conmigo para interpretar a un ser de la naturaleza. Grabamos en el bosque y en la ciudad para mostrar un fuerte contraste entre el mundo "civilizado" y lo natural representado por dos personajes, un estresado arquitecto y un ser alegórico y salvaje (yo). A través de un portal mágico los dos personajes se adentran en mundos diferentes siendo una experiencia que los marca y cambia.

Fue un rodaje agotador y de muchas horas pero de los que más he gozado.

Para mí ha sido maravilloso poder acariciar árboles, hojas, hierba... arrastrarme por la tierra, trepar... Una excusa encantadora para sentir la naturaleza y poder identificarme con mi personaje. En el videoclip aparece también un águila adiestrada que entre toma y toma me enseñaron a llevarla en el brazo siendo un momento muy especial.

Hacía mucho frío y mi elaborado maquillaje se tenía que retocar constantemente porque pasaban muchas horas y por el frío necesitaba a menudo sonarme. Por otro lado mis pies sufrieron al ir descalza, me clavé piedras, ramas... pero la peor parte fue en las escenas de la ciudad con todo bastante sucio y el peligro de cortarme con cristales o latas... 

El entusiasmo hace que te olvides de los problemas que surgen. Quieres seguir contando la historia. La adrenalina sube, incluso se mantiene cuando el rodaje termina... después vino el cansancio de golpe y darse cuenta de las heridas. Me preparé un baño caliente y observé mis rodillas peladas sobresalir en la superficie del agua, pensé en cómo ocultarlas si se tenían que ver en alguna sesión fotográfica próxima. Mis pies también había sufrido aunque eran heridas leves. Recordé vagamente mi infancia en la que a menudo en mis juegos más brutos terminaba con las piernas bastante estropeadas.

Al terminar el rodaje me despedí como siempre de mi personaje con el que había vivido durante tantas horas. Le agradecí haberme dejado ser libre entre los árboles, tener un águila en el brazo, haber reído, jugar tanto y también haber sufrido con él al perderse en un mundo tan duro como es la ciudad que consume.

Cada personaje es como una persona que conoces en tu vida y te enseña algo especial. Después sale de tu vida y aparece otro personaje con el que debes convivir otro tiempo... Cada uno de ellos te regala experiencias sorprendentes, como esta vez, entre muchas otras maravillas he tenido grandes contrastes: cine-teatro, bosque-ciudad.

Adiós actriz que interpreta a Gertrud en el teatro, adiós fierecilla salvaje, me voy a conocer nuevos personajes, a vivir otras vidas... una vez más ¡gracias!