EL SUEÑO

"Morfeo e Iris" de Guerin Pierre Narcisse

 Araño las paredes de mi casa ¡mi casa! Mi hogar es el miedo (socorro). Por eso te pido benefactor dios Morfeo que me des alivio con el sueño. Llena mi mente de maravillas. Muéstrame lugares hermosos, gentes dulces, miles de tesoros... Acúname amoroso. Quiero por un momento olvidar mis pesares. Temo el despertar, el volver a la realidad... pero sé que tendrá que suceder como cuando baja el telón. El telón bajado que me separa de mi personaje y de mi público. Después del aplauso, el silencio. Un espejo roto. Volver. El personaje en el armario como si fuera un traje. Y yo que vuelvo a ser yo, pobre y con angustia. Esa sensación de que todo acaba, de que no hay dónde esconderse... Salvo volver a ser grande, volver a soñar, otra actuación... ¿Qué me mostrarás esta noche? ¿A dónde me llevarás volando? Quiero volver a ver esa belleza, un tanto huidiza pero que a veces me permites llevarme conmigo. Me dejas que para consolarme pueda recordar tus regalos nocturnos. Como loca siempre busco retener la belleza, hacerlo todo eterno. Lo hermoso ¡que jamás se pierda! El paisaje con el que me bendices deseo inmortalizarlo, escribirlo, dibujarlo... y sentirlo de nuevo. Naturaleza voluptuosa, arquitectura imposible, mares de zafiro, paredes de espejos verdes, montañas de hielo, ángeles con alas doradas... Y ese sollozo que ahoga mi corazón durante el día, se suaviza. Por eso te invoco dios de los sueños para que me des más de tus bendiciones oníricas. 

Terminó el duro día, aplasto una máscara con una sonrisa porque el dolor es peor cuando lo ocultas. Contigo no hace falta esconder nada, tú lo sabes todo y todo lo curas ¿verdad?

¿Qué es eso que tira de mí hacia abajo? ¿Por qué el cielo se derrumba con estruendo sobre mi cabeza? Sálvame soñador entre los soñadores. Bañáme con tu mundo sin límites, abrázame llenándome de inspiración, como tú siempre haces. Cántame al oído lo más extraordinario. Cuando despierte permíteme celebrar la vida, una de mis muchas vidas recordando la otra existencia que me diste por la noche. Deja que pinte con los sueños de la noche, los dolores del día. Y deja que vuelva a ti una y otra vez para volver renovada, renacer y llevarme un puñado de ilusiones para hacer más bello aquello tan cruel y feo que todos llaman "realidad".