domingo, 3 de diciembre de 2017

EL SIDDHARTA QUE NO LLEGA A BUDA


Últimamente en muchas corrientes de supuesto "new age" se lleva dejar de lado a las personas que sufren. Eso es para alejar "malas vibras," es decir, que no se te vaya a contagiar la angustia y el dolor de los que sufren (por cierto, sufrir por los demás se llama EMPATÍA y es algo necesario en el mundo). ¿Y cuando sufres tú también vas a aprobar que te abandonen? En ese caso, si estás en ese rollo "espiritual," cuando sufres tú tienes que disimular tu dolor, sonreír aunque no quieras para "atraer" lo bueno, gustar a los demás y decir que te sientes de maravilla y que todo es estupendo cuando eso es mentira y necesitas llorar,  desahogarte y hacer algo verdaderamente útil para cambiar tu situación. La felicidad obligatoria es un infierno, añade más pesar a tus penas. No entiendo ese rechazo al dolor  propio y al de los demás con fines "espirituales". A algunos no les sabe mal que los demás sufran, les molesta que los que sufren se quejen. Es un "cállate que me molestas." Es egoísmo puro. ¿Qué clase de espiritualidad abandona a los que están mal? Si alguien pasa un mal momento lo que debes hacer es ayudarle en la medida que puedas. 
Estos movimientos son modas ridículas y no tienen nada de espiritual, todo es una pose absurda, falsa y dañina. Recuerdo la historia del príncipe Siddharta, su familia lo alejó de cualquier dolor pero cuando él decidió conocer mundo pudo ver la enfermedad, la vejez y la muerte. Vio sufrimiento y decidió cambiar de vida y buscar la iluminación, tras un largo camino se convirtió en Buda. Pero parece que en las corrientes new age tan de moda y que se creen tan espirituales, Siddharta nunca llegará a ser Buda, se dará la vuelta y volverá a su palacio con su vida de niño pijo, dándole la espalda a los problemas del mundo y pensando en lo guay y buena persona que es. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario