sábado, 8 de marzo de 2014

CUPIDO MORIBUNDO

Bouguereau
Cupido moribundo ya no alza el vuelo, sus alas caen marchitas como las flores del cementerio.
El eco de tu voz se pierde fantasmal en la distancia y tu espectro se ve cada vez más borroso.
La lluna se llena de sangre y me hipnotiza su color, bajo su hermosa luz se va todo el dolor.
El fin se acerca. Alzo mis brazos hacia la libertad. Nos baña la oscuridad.

Mi alma ya no padece, mi cuerpo no sufre, mi corazón ha renacido.
Mi amor por ti fue un error, ya está reparado.
Te digo adiós, con los ojos y con la mano, ya no te quiero.

A mi alrededor hay otros brazos, brazos amorosos como los tuyos nunca fueron.
Sobre mis labios hay otros labios, dulces como los tuyos jamás besarán.
Contra mi pecho late otro corazón, noble como el tuyo (si es que tienes) nunca será.

Cupido me empujó a una pesadilla junto a ti, parece que en ella los tres nos morimos.
Cupido victorioso se levantó de un charco de sangre y el muy traidor volvió a alcanzarme.
No puedo remediar que el amor me enferme, pero el amor debe dar placer y no cegar de dolor.
Ahora estoy en un amor verdadero, sin temer las pasiones del corazón, gozándolas día a día 
y me pregunto: "¿y tú que no eres capaz de amar? ¿de ti qué será? "



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