lunes, 8 de agosto de 2016

LO DESCONOCIDO


Me detengo a las 3 de la madrugada. Mi mente está llena de oscuridad. Cargo con un gran bloqueo, arrastro como un cadáver una gran incertidumbre que no me deja en paz. He decidido romper los barrotes de mi cárcel, sé que dolerá pero debo hacerlo, ya ha pasado otras veces. Herida danzaré por mi libertad y acariciaré las cicatrices de mi huida. Necesito hacerlo, esta necesidad acaba conmigo, debo hacerlo y ser libre, debo hacerlo, debo hacerlo.
Lo intento, lucho por salir, otras veces lo he hecho, ahora también, en realidad no me detengo jamás. Acepto el dolor como algo inevitable y algo que debo vencer.
Observo las visiones y me sumerjo en todo lo que siento, todo es desmedido en mí y siento que el corazón me estallará de angustia, gozo, odio, ilusión, amor y dolor. Todo a la vez, me desbordo. Debo recuperar el control, me consuelo pensando que lo lograré una vez más. Las palabras me ayudarán, ellas me dicen: "cuéntalo". Ellas me dicen: "te mandamos que ordenes estos pensamientos o los sueltes en un torrente inconexo e infernal, pero debes desatarte, hazlo ahora". Dicen: "vamos, aunque sea llorando, arañando la madera de los muebles, la tela de la cama, acércate a escribir, te ayudaremos, hazlo ahora, siéntante y empieza, vuelve".
Por algo será que de pronto la tormenta termina a las 3, por algo será. Vengo de una oscura batalla, del esfuerzo por salir adelante y de pronto me siento congelada y miro el reloj y veo la hora maldita. Y siento temor. La hora más bruja no son las 12, son las 3. ¿Por qué me detengo ahora? ¿Qué tiene que ocurrir? ¿Qué debo ver?
Esta lucha no es suficiente, hay visiones a mi alrededor, imágenes de tristeza y melancolía. ¿De dónde salís? Un hombre muestra la belleza de sus emociones, con una pena infinita, hundido en una reflexión deprimente, perdido en el recuerdo de algo hermoso que ya terminó... y la veo a ella que ya no contiene las lágrimas. Extraños personajes desfilan ante mí, cuentan sus historias y se alojan en mi corazón. Estamos unidos por algo enigmático y fuerte. Todos sentimos de un modo arrollador.
Ven y siente conmigo, vamos a contar todo lo espantoso que nos ocurre. Es una hora muy bruja, deja lo que haces para ver más allá y rompe las barreras, rompe las barreras cuando ahora no hay ninguna frontera entre los dos mundos. Levanta la vista de tus miedo y mira los miedos de los demás, vamos a llorar juntos, a quitar un poco de peso de nuestros doloridos hombros, vamos a suspirar y no sé, quizás luego, más tarde, por un momento puede que tanto dolor se pase un poco, buscamos sedientos un poco de alivio. Necesito iluminar un poco esta oscuridad. Voy a romper otra vez las cadenas, voy a derribar estos barrotes, sé que terminaré herida pero me da igual, lo acepto. Prefiero dejar un rastro de sangre en mi huida que estar encerrada siempre. Rompe la maldición.


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