Sue Anna Joe |
Considero
las máscaras (enteras o antifaces) como uno de mis símbolos personales.
La máscara representa mi profesión, la interpretación. La máscara
expresa, dice la verdad, miente, oculta, muestra... es versátil y contradictoria.
Me gusta todo tipo de teatro pero recuerdo hace años haber interpretado los papeles alegóricos de los 7 pecados capitales en una obra de teatro de máscaras. Descubrí otro modo de interpretar, otro lenguaje que me entusiasmó, las distintas máscaras llevaron a mi cuerpo a ser un medio de expresión para personajes muy diferentes y con características totalmente definidas. El cuerpo pasó a experimentar una gran liberación y a lo largo del proceso pude trabajar también con la máscara neutra y la mímica. La experiencia que viví enriqueció mi forma de interpretar después el teatro de texto, me proporcionó nuevos recursos. El teatro de máscaras me ayudó a derribar complejos y tabúes, me dio más atrevimiento y confianza.
Tu cara también puede ser una máscara, el maquillaje también. La caracterización es importante, una transformación y la máscara es una maestra.
La máscara oculta y muestra. La máscara es misteriosa y al mismo tiempo es reveladora. La máscara te lleva, te llama, tiene una personalidad propia que sabrás integrar. La máscara te dará otra identidad pero... ¿hasta qué punto oculta o potencia la tuya propia? La máscara es corriente en actores, chamanes, superhéroes, villanos y estrellas de lucha libre, la máscara tiene poder, oculta a veces inseguridades y nos regala facetas nuevas de nuestra existencia. La máscara tiene algo que contarte sobre ti, ¡escúchala!
Me gusta todo tipo de teatro pero recuerdo hace años haber interpretado los papeles alegóricos de los 7 pecados capitales en una obra de teatro de máscaras. Descubrí otro modo de interpretar, otro lenguaje que me entusiasmó, las distintas máscaras llevaron a mi cuerpo a ser un medio de expresión para personajes muy diferentes y con características totalmente definidas. El cuerpo pasó a experimentar una gran liberación y a lo largo del proceso pude trabajar también con la máscara neutra y la mímica. La experiencia que viví enriqueció mi forma de interpretar después el teatro de texto, me proporcionó nuevos recursos. El teatro de máscaras me ayudó a derribar complejos y tabúes, me dio más atrevimiento y confianza.
Tu cara también puede ser una máscara, el maquillaje también. La caracterización es importante, una transformación y la máscara es una maestra.
La máscara oculta y muestra. La máscara es misteriosa y al mismo tiempo es reveladora. La máscara te lleva, te llama, tiene una personalidad propia que sabrás integrar. La máscara te dará otra identidad pero... ¿hasta qué punto oculta o potencia la tuya propia? La máscara es corriente en actores, chamanes, superhéroes, villanos y estrellas de lucha libre, la máscara tiene poder, oculta a veces inseguridades y nos regala facetas nuevas de nuestra existencia. La máscara tiene algo que contarte sobre ti, ¡escúchala!
Y más importante que la máscara es lo que se oculta tras ella, tu propio rostro, tu propia forma de ser, tu capacidad para interpretar: la máscara necesita un alma que acabe de darle vida.
Oscar Wilde dijo: "Dad una máscara al hombre y os dirá la verdad". ¡Contemos la verdad!
Michael Cheval |
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