jueves, 14 de abril de 2016

EL FRACASO


Cada cierto tiempo me encuentro con una exprofesora que me amargó la existencia cuando estudiaba Bachillerato. Era alguien que no estaba muy bien de la cabeza, que tenía en su interior un odio y una frustración interminables, pero sinceramente, los demás no debemos pagar por ello. Le encantaba gritar y humillar a l@s alumn@s. Hacía injusticias y barbaridades como suspenderte todo un examen si fallabas una sola pregunta, si tenía un mal día te chillaba como una loca o te suspendía porque le daba la gana.
En esa época yo tenía un problema bastante serio de estrés y nervios y ella acabó de descolocarme, cuando tocaba clase con ella, solo con pensarlo me ponía mala. Sabía que si hacía mal un ejercicio me chillaría delante de todos y me trataría como si fuera una inútil. Había gente que salía llorando de su clase, encima era una malpensada, si un día faltabas en clase, al día siguiente te metía la gran bronca, algo que le costó algún problema con los padres al saber que la persona que había faltado era por problemas de salud y no por pereza.
Tragué mucho en esa época y no le contesté como merecía y lo lamento pero sabía que cualquier enfrentamiento con ella significaría no pasar el curso aunque fuera buena estudiante. Necesitaba sacarme el Bachillerato y no podía dejar que mi esfuerzo terminara en la basura. Al final conseguí aprobar y me saqué un peso de encima.
Ella siempre nos metía presión y unos horribles discursos sobre el fracaso pero para mí ella es el fracaso en persona. Una pésima profesora, alguien incapaz de enseñar nada e incluso alguien que boicoteaba el progreso de los alumnos, sin duda sin ella yo hubiera aprendido más y mejor, sin nervios, sin angustia, sin odiar la asignatura que enseñaba. La letra con sangre no entra. La letra y la sangre no se llevan bien. Ella era y es el fracaso, estaba más cerca de ser agente de las SS que de ser profesora. En su momento tragué mucho pero ahora cuando la veo por la calle le aparto la mirada y ni la saludo, no se lo merece y si me pide explicaciones, se las daré sin dudar, esta vez seré yo la que le hable a ella de fracaso. Se ha ganado a pulso el desprecio que yo y otros exalumnos sentimos hacia ella.
Siempre se ha hablado de respetar a los profesores y yo lo he hecho a rajatabla pero el profesor también debe respetar al alumno. Se trata de que todo el mundo debe respetarse mutuamente.
Siempre he amado aprender, soy adicta a aprender y por esta razón siempre agradezco enormemente la labor de los docentes y he tenido profesores y profesoras que son una maravilla de personas y de profesionales, gente que me ha abierto los ojos, que me ha ayudado a ser mejor, gente que ha estimulado aún más mis ganas de aprender, que me ha mostrado mis errores y me ha orientado para corregirlos y superarme día a día, gente que ha aceptado mis fallos y me ha ayudado a reducirlos, gente que me ha hecho sentir bien y ha mejorado mi rendimiento, que ha aumentado mis conocimientos, gente que ha reconocido mi esfuerzo y que me ha apoyado. A esta gente siempre le agradeceré su trabajo pero del mismo modo que admiro a los buenos profesores, detesto a los malos, a los que se dedican a machacarte, a faltarte al respeto, a humillarte... Ya bastante se aguanta con el bullying de algunos compañeros como para tener que aguantar encima el bullying de algunos profesores. Aprender por mucho esfuerzo y dedicación que implique debe ser un placer igualmente y no un castigo.

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