Una vez en la academia de arte dramático, el profesor nos preguntó qué nos decíamos a nosotr@s mismos el momento antes de salir al escenario. Mi respuesta fue: "salgo porque lo necesito".
Está claro que paso nervios, que me preocupa que la función no salga bien... a pesar de trabajar mucho, el azar también está ahí, siempre te puedes olvidar algo o no salir tu papel tan bien como esperabas... Nunca estamos igual, nada sale siempre igual. Esos miedos se vuelven intensos justo el momento antes de salir al escenario, es normal y aunque pasas un mal rato, los nervios son buena señal, significa que lo que haces te importa, que quieres hacerlo bien.
Métete en tu papel, entra en una nueva realidad, concéntrate, disfruta la experiencia.
Amo la interpretación, la necesito para ser feliz, actuar ha sido, es y será mi vida siempre. Eso no se olvida. Sí, sí, tengo muchos nervios pero no olvido que salgo al escenario porque lo necesito, actúo por necesidad, por amor, eso es lo que me hace feliz, no he nacido para esconderme detrás del telón, he nacido para actuar y lo recuerdo en ese momento previo a la actuación.
Mi amor por la interpretación es algo mucho más fuerte que los nervios. Salgo porque lo necesito. ¡Que empiece la función!
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